Hay pocos productos de alimentación más “nuestros” que el cerdo. Desde el jamón ibérico 100% de bellota, un producto único en el mundo y del que estamos especialmente orgullosos, hasta cualquiera de sus piezas cocinadas. Pero, precisamente, quizá una de las formas menos conocidas de degustar este manjar es el cerdo asado, que sí goza de más popularidad en otros países.
Aunque en Cerdoh! somos auténticos amantes de la cocina patria, no se nos caen los anillos por reconocer que existen otras tradiciones gastronómicas en el extranjero sobre las que también hablar largo y tendido. Y más si es para honrar platos tan sabrosos como un buen cerdo asado. Así que…¡vamos a ello!
Descubre qué cortes de carne son ideales para hacer cerdo asado
Se mire por donde se mire, la carne de cerdo es una auténtica delicia y desde este blog siempre vamos a animarte a comerlo de cualquier modo. Por eso, aunque nosotros nos confesamos amantes incondicionales del jamón ibérico, en esta ocasión queremos contarte cómo prepararlo de un modo diverso: ¡descubre los secretos del delicioso cerdo asado!
Cortes de cerdo para parrilla
“Del cerdo, hasta los andares”. Esto es indiscutible, ¿verdad? Sin embargo, aunque el cerdo es una carne muy versátil, no todas sus partes son adecuadas para prepararlas de cualquier forma.
Si queremos elaborar un buen cerdo asado, la elección de las piezas más indicadas será clave para que nos quede un plato de chuparnos los dedos. Así evitaremos que el cerdo nos quede demasiado tostado o que pierda jugosidad al ponerlo en la parrilla.
Una de las mejores piezas para asar es el costillar. Se trata de una de las piezas con más sabor del cerdo, y a la parrilla suele quedar doradito y tierno. ¡Pero ojo, porque su preparación tiene truco! Si quieres tu cerdo asado quede de 10, no debes separar las costillas antes de asarlas: tienes que cocinarlas con el hueso.
Otra pieza imprescindible para elaborar un buen plato de cerdo asado son las chuletas. En este caso, el grosor marca la diferencia, ya que deberemos decantarnos por chuletas de más de 2 centímetros de anchura para evitar que se resequen al calor de las brasas.
Por supuesto, el lomo es una de las mejores formas de degustar el cerdo asado. En este caso, la versatilidad del plato es mayor, ya que puede prepararse con o sin hueso, relleno o incluso enrollado. Si quieres que te quede más jugoso, nuestra recomendación es que lo hagas relleno. A priori puede parecer costoso, pero te garantizamos que su sabor merece la pena.
¿Cómo preparar la carne para cocinar cerdo asado?
En algunos casos, antes de pasar por la parrilla hay que realizar una “puesta a punto” de la pieza.
Como hemos visto, en el caso del costillar es importante dejar el hueso antes de proceder al asado. Pero, además, es necesario extraer la membrana que recubre el costado del costillar. Un pequeño truco para que salga más fácilmente es pasar un cuchillo entre la membrana y el hueso y tirar de ella.
Asimismo, también hay quien le quita la grasa al costillar, pero en este punto nosotros diferimos: es precisamente el veteado de grasa interior el que le da un toque jugoso a la pieza. Sin ella lo más probable es que la carne pueda quedarte un poco seca.
Probablemente, las chuletas son la forma más sencilla de saborear el cerdo asado: ¡no necesitan ninguna preparación previa! No obstante, un buen truco para añadirle un extra de jugosidad al plato es marinarlas un par de horas antes de colocarlas en la parrilla. ¿Las has probado marinadas con aceite, vinagre, un chorrito de vino, mostaza, pimienta y sal? ¡Están espectaculares!
Por último, el lomo también es una pieza muy sencilla de preparar. Y, en este caso, depende básicamente de los gustos personales de cada uno. Hay quienes prefieren quitarle la piel antes de preparar el cerdo asado y después lo marinan para darle más sabor. Y también hay otras personas que se la dejan para darle un toque más crujiente.
¿Cómo asar el cerdo?
Como ves, hay muchos cortes de carne ideales para preparar un delicioso cerdo asado. Y lo mismo ocurre con la manera de elaborarlos.
Solo con los asados sudamericanos ya tenemos un buen ejemplo de lo diferente que puede ser la preparación del cerdo asado. Los argentinos suelen asar salchichas y chuletas de cerdo (además de carne de res) acompañados de chimichurri. Por su parte, los brasileños adquirieron la costumbre de atravesar la carne con un palo y espolvorearla con harina de yuca, cortándola en brochetas. Como acompañamiento, suelen servirla con pimientos rojos y verdes, cebolla y tomates a la brasa.
En Asia también son grandes amantes del cerdo asado. Por ejemplo, en Corea del Sur es común acudir a restaurantes en los que se dispone de una mesa central provista de una parrilla. Cada comensal puede asar a su gusto las piezas de carne que elija y, posteriormente, sumergirlas en la salsa de su elección. El truco para darle un extra de sabor es no darle la vuelta a la carne más de una vez y envolverla en hojas grandes de lechuga que usan a modo de tacos, mezclando carne, arroz y alguna salsa.
El lechón filipino es uno de los asados más curiosos que podemos encontrar. Para elaborarlo, es habitual preparar un refrescante relleno de hierba de limón, fruta, puerros, ajos y especias, y asar al lechón durante 5 horas. Además, la piel se frota con salsa de soja o agua de coco. De este modo, el exterior queda crujiente y el interior tierno y con un gusto más dulce.
En ciertas partes de Europa el cerdo asado también está bien arraigado en la cultura gastronómica, siendo Alemania el país europeo donde más fans encontramos. Allí es muy habitual asar salchichas de todo tipo y chuletas de cerdo, y se suelen acompañar con ensalada de col.
Y ahora que lo sabes todo sobre el cerdo asado, ¿te atreves a prepararlo en casa?