El cerdo ibérico de bellota no sólo está de cine, sino que son muchas las ocasiones en las que se ha convertido en el protagonista absoluto del denominado séptimo arte.
A lo largo de la historia del cine español, el cerdo ibérico ha aparecido en multitud de películas como representación de nuestras costumbres, nuestra gastronomía y, en definitiva, de nuestra cultura.
Aquí repasamos algunos de los films ibéricos más famosos.
¡Luces, cámara y JAMÓN! 🙂
Índice:
Navidad y jamón ibérico
La gran familia y el jamón ibérico de bellota son dos clásicos que nunca faltan por Navidad.
¡Es imposible no haber visto esta peli! Y si no, basta con esperar a las siguientes fiestas navideñas porque desde que se entrenó en 1962 no hay año que no la pongan en televisión.
Como sabes, la alegría llega a esta gran familia, la familia Alonso, en forma de cesta de Navidad. Carlos, Mercedes, el abuelo, el padrino y los quince hijos reciben por error -iba destinada al vecino- una cesta llena de exquisiteces y, entre ellas, dos jamones ibéricos… ¡el mejor regalo para unas fechas tan señaladas!
¡Bien por el jamón!
Éste es el grito que más resuena en La vaquilla, una comedia de Luis García Berlanga del año 1985 que narra la incursión de un grupo de soldados republicanos en un pueblo del bando nacional para buscar provisiones.
Entre trincheras se escucha un pregón anunciando el menú del gran banquete de las fiestas en honor a la patrona. Este menú empieza con unos entremeses a base de jamón, de ahí que eso de “¡Bien por el jamón!” sea lo que se escuche entre esta hambrienta tropa republicana que emprende una misión para hacerse con los víveres del bando contrario.
“Jamón, jamón”, un clásico
Y si hay una película en la que el cerdo ibérico está muy presente desde el principio, ésa es Jamón, jamón, dirigida por Bigas Luna y protagonizada por unos jovencísimos Javier Bardem y Penélope Cruz.
Aunque el argumento de la cinta nada tiene que ver con el pernil, al parecer, según palabras del propio director, la idea era retratar al país a través de la comida y, claro, nada como el jamón de pata negra como representación de nuestra gastronomía.
No obstante, el jamón tiene una aparición estelar en la película cuando Javier Bardem y Jordi Mollá tienen una fuerte pelea, evocando el cuadro de Francisco de Goya, Duelo a garrotazos, pero cambiando los garrotes por patas de cerdo ibérico.
Otra de las escenas más famosas es cuando Javier Bardem sale en el almacén en el que trabaja donde se ve al fondo una gran cantidad de jamones ibéricos que cuelgan del techo a la antigua usanza.
De España al Caribe
Seguimos avanzando en el tiempo y llegamos al año 2001, que es cuando el jamón ibérico traspasa fronteras españolas de la mano del director de cine Luis Oliveros en una surrealista comedia de aventuras ambientada en el Caribe.
Hablamos de Pata negra, un filme en el que el actor Gabino Diego encarna a José, un representante de una multinacional japonesa que es enviado al Caribe para montar una granja de cerdos ibéricos. Una vez allí es confundido con un agente secreto americano y se ve envuelto en distintos revuelos con narcotraficantes y guerrilleros.
El jamón ibérico, símbolo nacional
Después del éxito de Ocho apellidos vascos, en 2015 vio la luz Ocho apellidos catalanes con Dani Rovira y compañía.
En la trama, el actor Berto Romero intenta convencer a su abuela, Rosa María Sardá, de que Cataluña se ha independizado de España. Para ambientar el pueblo en el que se encuentran y continuar el engaño, hay que esconder a todos los que se consideran españoles y no quieren ser partícipes del ‘teatrillo’. Para ello, les ofrece jamón de pata negra gratis a cambio de no salir de un bar. Y tanta es la pasión que este alimento despierta que hasta uno de los más catalanistas del pueblo no pueda resistirse a un manjar así.
¡Todo sea por un buen ibérico!
Con jamón y vino se anda el camino
Vale. El refrán no es exactamente así, pero ‘tuneado’ nos viene genial para introducir una última película en la que el jamón ibérico tiene un papel destacado.
En Entre Copas (de Alexander Payne), Miles, un divorciado deprimido y apasionado del vino y de la buena comida, emprende un viaje junto a su amigo Jack para visitar viñedos y hacer catas de vinos.
En muchas secuencias se ve cómo el grupo de amigos disfruta de un buen vino acompañado de tapas, entre ellas, las de jamón ibérico.
Con toda esta filmografía ante nosotros no tenemos duda de que el pata negra da muy bien en cámara y, también, que el cine no pierde la oportunidad de alabar esta delicatessen típica de nuestra tierra llevándola a la gran pantalla.
Y como hemos leído por ahí y nos ha hecho mucha gracia, ahora sólo falta que, en lugar de palomitas, se ponga de moda picotear jamón ibérico mientras se ve una buena película. ¿Qué te parece? 😉