Nuestros productos 100% ibéricos combinados con los vinos adecuados y de calidad son un auténtico placer para los sentidos
LLaman a la puerta y… ¡sorpresa! Tu pedido online de Cerdoh! acaba de llegar. Ya sabes: de la dehesa a tu mesa -sí, con pareado (empezamos fuerte).
Además, ojo, que desde que has aprendido a distinguir un jamón ibérico de bellota de uno de cebo no hay quien te pare, y has tirado la casa por la ventana. Ni cuestas de enero ni nada. Has comprado un poco de cada: que si jamón de bellota 100% ibérico, que si lomo de bellota también 100% ibérico… Vamos, todo de etiqueta negra, sin escatimar. Aunque claro, ¿qué otra cosa tenemos?
Y después de abrir el paquete y salivar al momento, nos imaginamos qué pregunta te has planteado: ¿con qué vinos marido estos manjares de pata negra? Tranquilo, ¡tenemos la respuesta!
Esta ‘miniguía’ de maridaje ibérico va por ti. La hemos ido publicando en nuestro Facebook y Twitter (puede que ya lo hayas visto), y ahora la recogemos en el blog a modo de manual para que la consultes siempre que quieras y, sobre todo, para que te ayude a disfrutar -más si cabe- de los 100% ibéricos.
Los vinos blancos y los ibéricos de bellota
La ley del ibérico manda: el jamón de bellota 100% ibérico y el embutido ibérico combinados con vinos adecuados y de calidad son un auténtico placer para los cinco sentidos. Pero es muy importante conocer qué pega con qué. De lo contrario, y por muy buenos que sean los productos por separado, un mal maridaje puede estropearlos.
Comenzamos con los vinos blancos y sus diferentes variedades. El vino blanco natural tiene un buen equilibrio entre acidez y alcohol. Sus aromas se compenetran a la perfección con la untuosidad del jamón ibérico de bellota, dando un resultado muy agradable. De igual modo, va de lujo con el lomo de bellota 100% ibérico, pues, por sus características, permite que se aprecien los matices ahumados.
Por su parte, el vino blanco joven aromático, que destaca por su ligereza y sus aromas a flores y frutas, casa especialmente bien con el chorizo y el salchichón ibéricos de bellota. Se mezcla de maravilla con el toque de pimentón y limpia el exceso de grasa en las papilas.
Y el vino blanco seco con madera, como su propio nombre indica, es un vino con un contacto prolongado con la madera, generalmente de roble, y muy agradecido: marida estupendamente con todos nuestros productos 100% ibéricos. ¡Elegirlo es un acierto!
¿Cómo maridan los vinos tintos y rosados con el pata negra?
Vamos a verlo. El vino tinto reserva, a pesar de la planta que tiene y de ser la máxima expresión de la viticultura y la enología, no casa demasiado bien con los embutidos ibéricos de bellota. De hecho, con el único que tienen algo que hacer es con el jamón de bellota 100% ibérico.
En cuanto al vino tinto de crianza, es el más consumido en España y goza de una excelente armonía con el jamón de pata negra. Eso sí, es fundamental que este vino tenga una pulida expresión tánica no enmascarada por extraños y excesivos tuestes de las barricas. Combinado con el salchichón ibérico de bellota también es un gusto para el paladar.
¿Qué decir del vino tinto joven? ¡Que nos encanta! Marida más que bien con nuestro lomo, salchichón y chorizo de etiqueta negra. Con el jamón de bellota 100% ibérico es con el que pega un poco más regulín, pero, aún así, no es mala opción.
Lo que ocurre con el vino tinto roble es completamente lo contrario que con el tinto joven, pues es sabroso, elegante y degustarlo a la vez que se pica jamón ibérico de bellota es una experiencia única. ¡Compruébalo!
Respecto al vino tinto gran reserva, te recomendamos que, en la medida de lo posible, lo evites con nuestros 100% ibéricos. Como mucho, tiene un pase con el jamón, pero para el resto de embutido es mejor que te decantes por otro.
Y si eres un amante del vino rosado, esperamos que también lo seas del chorizo ibérico de bellota porque son el matrimonio perfecto.
Sí a los vinos espumosos. No a los vinos dulces
Terminamos con dos vinos: los espumosos y los dulces. El vino espumoso no falta en ninguna celebración y brindis que se precie, pero tampoco olvides sacarlo para acompañar al jamón, al chorizo y al lomo de bellota 100% ibéricos porque hacen un tándem de 10. Y para los más atrevidos, una sigerencia: el vino espumoso y el salchichón ibérico de bellota…, ¡sorprende para bien!
Por último, y como seguro ya sabías o sospechabas, el vino dulce y los embutidos de etiqueta negra no hacen buenas migas. Mejor resérvalo para los quesos, los frutos secos, los patés, los postres o para deleitarte con una larga sobremesa.
Y esto es todo amigo. Hasta aquí nuestra ‘miniguía’ de maridaje ibérico. Ahora lo que toca es llevarla a la práctica 😉